1. Lleváis 37 años con Marel Mujer en Palencia, y además seguís aquí en Alicante centro y en San Juan Playa. ¿Podéis confesarnos vuestro secreto?
No consideramos que tengamos ninguna llave mágica, la verdad. Quizá es el acierto de haber elegido una profesión que nos apasiona y nos mueve mucho. Al final este proyecto te hace crecer día tras día, sobre todo al estar en contacto permanente con las personas, tanto las clientas como el equipo humano.
El que nos guste tanto la moda te hace estar en constante búsqueda de las últimas tendencias, y por un lado es porque de verdad lo disfrutas, y por otro lado es porque también sabes que satisfaces las necesidades de tus clientas. Si no fuese por este gusto y amor por la moda ¿cómo iba a cumplir Conchi su asistencia a más de 200 exposiciones de moda? Sí, ella nunca ha dejado de ir a las ferias, ni embarazada de su segundo hijo.
Creo que esta filosofía es lo que hace que, a parte de llevar tantos años con las tiendas abiertas, nuestras clientas se conviertan en parte de nuestra familia.
2. Vosotras comenzasteis el negocio junto con vuestra hermana Begoña cuando el sector de la moda era muy diferente a la actual. Eran los ’80 y las multinacionales y el concepto del fast fashion no había comenzado. ¿Cómo veis el futuro de la moda ahora mismo?
Es cierto que la moda que nosotras entendemos no es la moda que ahora la juventud entiende. Es algo que hasta nos resulta complicado de trasladarte porque fue una época que tenías que haber estado para entenderla. La moda de antes era tan diferente… Se vivía de otra manera.
Ahora el mundo está completamente globalizado. Lo que encuentras en una gran superficie lo encuentras replicado en multitud de tiendas, y ese no es nuestro estilo ni nuestra filosofía.
Y aún en este contexto, Marel Mujer vive con optimismo y con el mismo objetivo que hace 37 años: vestir a la mujer según su personalidad, y ayudarla a perfeccionar su propio estilo.
En Marel Mujer nuestras empleadas, al igual que nosotras mismas, somos personal shoppers -que es como se dice ahora-, que en castellano quiere decir que ayudamos a nuestras clientas a encontrar su propia voz en lo que a moda y estilo se refiere.
Y esas clientas que realmente están interesadas en este servicio, en esta visión de la moda y del estilismo, son aquellas que de verdad se quieren salir de esta rueda que es la globalización. Quieren reflejar en sus prendas su unicidad, su personalidad individual.
Y eso es lo que a nosotras de verdad nos mueve cada día.